Sergi Comas: “Nuestro sueño es que en cinco años más del 90% de personas mayores o dependientes reciban una prestación odontológica adaptada a sus necesidades”

Entrevista a Sergi Comas, fundador de Dental Residency

Sergi Comas es una de aquellas personas con carácter emprendedor. Había fundado su primera empresa, una agencia creativa, hace más de 10 años, pero “ya tenía el mono de emprender un nuevo reto, quería volver a empezar con un proyecto que fuera muy especial”. Así, un poco inspirado por la experiencia personal con su abuela y por saber que contaba con los socios fundadores idóneos, puso en marcha Dental Residency, con el objetivo de mejorar la asistencia dental de las personas que más lo necesitan. Una experiencia emprendedora que nos parece muy interesante para recoger en nuestra sección #ImpactAdventurer. ¿Nos acompañas a conocerla?

¿Qué es Dental Residency?

La situación actual no es fácil para una empresa como la vuestra. ¿Cómo habéis afrontado estos meses de restricciones por el Covid-19?

En primer lugar, con resignación y aceptando plenamente la situación, ya que nos vimos obligados a suspender la actividad durante todos estos meses. A continuación, con responsabilidad empresarial, tomando aquellas medidas necesarias para salvaguardar la compañía. Y, por último, como una oportunidad que nos ha permitido mejorar los procesos de operaciones, las tecnologías… y, sobre todo, en la ampliación de la cobertura de nuestros servicios.

Ahora ofrecéis también atención domiciliaria. ¿Cómo han respondido los usuarios?

Nuestros usuarios son personas que no pueden desplazarse a una clínica dental. Por ello, el hecho de que hayamos ampliado la cobertura para realizar atención domiciliaria les ha supuesto un alivio, una tremenda esperanza. Y la reacción ha sido de mucho agradecimiento. 

Emprender un proyecto así no debe ser fácil. ¿Qué os motiva a ponerlo en marcha?

Coinciden varios factores. Por un lado, mi carácter emprendedor, que necesitaba ya un nuevo proyecto, y, por otro, conocer a los socios ideales para poner en marcha Dental, tanto desde la parte odontológica como desde la parte social. Nos percatamos de la necesidad que existía de hacer llegar una prestación sanitaria como la odontológica a personas que lo necesitaban. 

¿Cuáles fueron las complicaciones iniciales? 

Fuera de las típicas de una startup, como las de encontrar financiación, yo creo que para nosotros la principal complicación fue que no había un referente sobre el cual basar unas métricas, una experiencia… La única referencia que teníamos era una compañía estadounidense, donde la regulación sanitaria es otra y donde el comportamiento del usuario es totalmente diferente. Por lo tanto, lo más complicado ha sido el prueba y error inicial. Nos ha costado mucho entender cómo hemos de trabajar, cómo hemos de atender y cómo hemos de ganar dinero. 

En febrero cerrasteis ronda, en la que Equity4Good hizo un follow-on, ¿para qué buscabais esa inversión? 

El capital lo queríamos para implementar el plan de expansión, para poder abrir centros propios en nuevas comunidades autónomas. 

Con la situación provocada por la pandemia, ¿habéis tenido que replantear su destino?

Totalmente. Cerramos la ampliación de capital en febrero y a partir del 12 de marzo suspendimos totalmente la prestación, por lo tanto, el capital se utilizó para pasar esos meses y, así mismo, para sanear un balance que nos ha permitido acceder a otra financiación que, ahora sí, podemos utilizar para el plan de expansión. 

«Actualmente prestamos servicio en 7 provincias, pero queremos llegar a todas las personas mayores y dependientes de España»

¿Qué tiene que tener en cuenta un proyecto de salud para ampliar su territorio de actuación? 

Principalmente, un tema de regulación sanitaria. Al dedicarnos a salud, aunque está basado en un tema estatal, las competencias son autonómicas. Es decir, cada comunidad autónoma regula y autoriza o no, en este caso, la odontología domiciliaria. Por lo tanto, nos hemos encontrado de todo, desde Cataluña, donde han apoyado totalmente y han visto la necesidad de atender estas personas, y lo regularon y contamos con una autorización sanitaria domiciliaria, como, por ejemplo, la comunidad de Madrid donde no creyeron que era necesario trabajar para este colectivo de personas y no autorizan esta práctica domiciliaria. 

¿Cómo veis el proyecto en cinco años? 

¿En cinco años? Pues sueño cumplido, simplemente. ¿Y qué es sueño cumplido? Que más del 90% de personas mayores o dependientes reciban una prestación odontológica adaptada a ellos, que ya no haya nadie en sus casas sin recibir una atención odontológica por no poder desplazarse por una incapacidad física, por un deterioro cognitivo, un problema de ansiedad, una agorafobia, sea lo que sea, que no haya nadie en España, sueño cumplido, que podamos atender. 

¿Cuál es el punto de partida?

Actualmente prestamos servicio en 7 provincias de España y atendemos a más de 40.000 personas anualmente. Pero en España, a nivel geriátrico, hay unas 4.000 residencias y queremos llegar a todas ellas y, sobre todo, a todas esas personas que están en casa y que no pueden desplazarse.

¿Una anécdota que se pueda explicar? 

Anécdotas, muchísimas. Diariamente tenemos anécdotas porque principalmente prestamos servicio a personas con deterioro cognitivo, por lo que las anécdotas son inevitables. Pero sí quiero destacar… Descubre la historia al final de este video 


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