Carlos Grau: “La tecnología debe generar actividad económica, pero también impacto social”

Entrevista #ImpactAdventurer a Carlos Grau

Carlos Grau, CEO de la Fundación Mobile World Capital, cuenta con una larga trayectoria profesional vinculada a grandes empresas como HP, Accenture, Telefónica y Microsoft, startups, como Biid, o fondos de capital riesgo, como Step One Ventures. Sus más de 25 años de experiencia en posiciones de dirección en grandes empresas del sector tecnológico y la innovación, lo avalan y consolidan como un referente y líder de la transformación digital con una gran visión sobre los retos y oportunidades en los negocios. Sobre todo esto hablamos en esta nueva entrevista #ImpactAdventurer.

 

 

La labor de la Mobile World Capital va mucho más allá de acoger el Mobile World Congress o el 4YFN. ¿Qué otras funciones desarrolla la Fundación? 

El principal objetivo es dejar un legado económico y social en nuestro país fruto de esa capitalidad. El Congreso son 4 días y eso es un gran evento a nivel internacional, pero nuestro objetivo es que pasen cosas todo el año, en Barcelona, en Cataluña y en España, que ayuden a mejorar la vida de las personas gracias a la utilización de las tecnologías. 

 

Ahora que se habla más que nunca de la colaboración público-privada para salir de la crisis provocada por el covid-19. La MWCapital es un buen ejemplo de ella. ¿Cómo es esta alianza? 

Tenemos una figura, que yo muchas veces llamo poliédrica, porque contamos con varias caras. Evidentemente la participación de las tres administraciones públicas, la Administración General del Estado, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya. También esa parte privada que supone la colaboración de los tres principales operadores de telecomunicaciones en nuestro país, Telefónica, Vodafone y Orange, conjuntamente con empresas como CaixaBank y Damm. Y luego esa otra tercera pata internacional que nos da la GSMA, que es de alguna manera la patronal mundial de los proveedores relacionados con el mundo de las tecnologías móviles. Creo que esa figura público-privada, con esas complicidades, hay pocas entidades como la nuestra, que hayan conseguido resultados y casos de éxito sostenibles. Y en este momento es más importante que nunca: muchos de los retos que tenemos son retos grandes que no se pueden abordar si no es en esta colaboración. 

 

“Muchos de los retos actuales son retos grandes que no se pueden abordar sin una colaboración público-privada”

 

¿Cómo se gestiona la complejidad de esa colaboración?

Sobre todo, pasa por poner sobre la mesa proyectos aspiracionales y de impacto que unan a todos los patronos con un objetivo común: utilizar la tecnología para mejorar la vida de las personas. Generar actividad económica sí, pero también impacto social. 

 

A lo largo de tu trayectoria profesional has trabajado en grandes empresas, liderado startups como Biid y formado parte de fondos de capital riesgo. ¿Hace falta más colaboración entre los diferentes agentes para impulsar la innovación?

Sí. Lo estamos viendo, los ecosistemas de más éxito a nivel de innovación mundial y que al final generan actividad económica y a su vez tienen propósito e impacto social son ecosistemas donde la colaboración es fundamental. Empresas tractoras, grandes empresas y grandes corporaciones, la propia administración, universidades, inversores y fondos de inversión y todo el tejido, desde el científico a la sociedad civil. Aquellos ecosistemas que consiguen una colaboración estrecha o incluso una mutación, en la que científicos pasan a ser emprendedores, que a su vez luego pasan a grandes corporaciones y luego vuelven al mundo de la ciencia. Que permitamos que haya flujo de talento entre esos diferentes agentes. 

 

¿Qué hace falta para motivar ese traspaso de talento?

Proyectos aspiracionales y con propósito, proyectos que hagan afrontar con humildad y modestia los nuevos retos que tenemos. Dejar nuestras marcas o nuestras entidades de lado y trabajar por objetos grandes y por proyectos grandes, generar sinergias para invertir entre todos en un objetivo común. 

 

Retos que, en los últimos años, y más con la pandemia, se están poniendo más en evidencia que nunca y obligando a buscar nuevos modelos de impacto social y medioambiental. ¿Cómo se está trabajando esto en nuestro país?

Sobre todo, haciendo entender que sostenibilidad y Objetivos de Desarrollo Sostenible no son incompatibles con rentabilidad, con seguridad y con protección. Al final, los Objetivos de Desarrollo Sostenible nos marcan una agenda, una hoja de ruta, de cómo cada uno, desde nuestro punto de vista, a nivel particular o incluso empresarial, vamos a contribuir a una sociedad más inclusiva, más justa. Creo que estamos viendo, lógicamente, como la tecnología es un instrumento que va a ayudarnos a esos efectos. 

 

“Sostenibilidad y ODS no son incompatibles con rentabilidad, con seguridad y con protección”

 

¿Ayuda tener un ecosistema digital cada vez más consolidado para generar más y mejores propuestas de impacto? 

Lógicamente. Al final, para conseguir esos Objetivos de Desarrollo Sostenible tenemos que tener proyectos y empresas que aterricen cada uno de esos casos de uso: acercar herramientas a la gente en situaciones de dificultades o en riesgo de exclusión, servicios de calidad en educación o de teleasistencia a nivel de salud, contribuir a un entorno en el que las tecnologías ayuden a que la movilidad en las ciudades sean mucho más sostenibles en cuanto a minimizar la emisión de gases y favorecer mayor seguridad. 

 

¿Cómo se está trabajando desde el MWCapital este punto?  

Muchos de nuestros proyectos están alineados con objetivos de impacto económico y social. Por ejemplo, Digital Future Society pone a la persona en el centro para aprovechar todas las innovaciones que ofrecen las tecnologías, asegurando primero trabajar la inclusión digital para no dejar nadie atrás, generando oportunidades a todos estos nuevos trabajadores, creando escenarios de uso de tecnología que minimice los efectos del cambio climático y también empoderando y formando a los ciudadanos. Cuando hablamos de brecha digital, programas como el que estamos impulsando en la Mobile Week, ayuda a acercar la tecnología a la ciudadanía en muchas de nuestras ciudades en España, aproximando esas capacidades que tienen los sistemas de información de acercar, no solo oportunidades de educación y de salud de mayor calidad, sino también profesionales y de comunicarse con todos nuestros seres queridos. Por otro lado, en la parte de tecnología y 5G, tenemos proyectos como el robot emocional para ayudar a gente mayor en riesgo de sufrir depresión o soledad, ofreciéndole acompañamiento y la posibilidad de tener comunicación con sus seres queridos de una manera muy intuitiva y muy interactiva. 

 

 

La revolución del 5G, que parece ser la solución móvil que definirá nuestro futuro. ¿Cómo cambiará la industria con su llegada?

El 5G va a tener impacto prácticamente en todos los sectores de nuestra economía. Va a contribuir, por ejemplo, a mejorar mucho la seguridad en todo lo que tiene que ver con transporte, logística, movilidad, o el vehículo conectado como antecedente al vehículo autónomo. Pero va a tener también impacto en servicios de salud, temas de teleasistencia… Va a acercar una nueva generación de capacidad de telecomunicaciones a nuestras casas de una manera mucho más simple, con mucho más ancho de banda, con mucho mejor tiempo de respuesta. También va a permitir, en nuestras fábricas, en nuestros centros de producción, unificar todas las redes. Ahora mismo hay un gran movimiento alrededor de redes privadas 5G para unificar todos los sistemas de redes en nuestras plantas de producción y también ganar eficiencias y reducción de costes. Veremos que, cosas como por ejemplo el mundo de la realidad virtual, la realidad aumentada, que parecían temas del mundo de los videojuegos, se acercarán a todos nosotros con aplicaciones nuevas en el mundo de la educación y la salud. Y otra cosa que nos va a permitir hacer un reequilibrio territorial y que zonas de nuestro país que hasta la fecha tenían dificultades de conectividad, en los próximos meses y años tengan ancho de banda de alta calidad. 

 

“Tenemos la oportunidad de conseguir un reequilibrio territorial e incluir zonas de nuestro país que hasta la fecha tenían dificultades de conectividad”

 

¿Cómo va a influir esta tecnología en las empresas? 

España es un laboratorio de 5G. Tenemos dos principales activos en nuestro país. Uno, somos el país con la red de fibra óptica más densa de Europa y la tercera más potente del mundo. ¿Eso qué quiere decir? Que el despliegue del 5G en nuestra geografía va a aprovechar esas infraestructuras, los tiempos y costes de despliegue que vamos a tener en España van a ser menores que los que va a haber en Alemania, Francia o Italia. Eso va a generar ventajas competitivas. Dos, tenemos una gran capacidad, desde el punto de vista de la excelencia científica. Nuestro país es la 12ª potencia mundial en producción de publicaciones científicas, lo que los científicos llaman como papers. Hay una gran oportunidad que esa excelencia científica permita crear valor y proyectos con contenido y con servicios que nos ayuden a mejorar la vida de las personas, y el 5G va a ser un acelerador que va a facilitar que es innovación suceda. 

 

“Se conoce como la década de la acción porque no queda más tiempo para generar un cambio que combata las desigualdades, erradique la pobreza y reconduzca los efectos del cambio climático”, escribía hace unos meses. ¿Cuál es el papel de la transformación digital para conseguir la consecución de los ODS?

Tenemos un reto grande como sociedad: pensar cómo estas nuevas tecnologías te ayudan en cada uno de los escenarios, en cualquiera de los objetivos. Desde luego, estamos viendo grandes alianzas, el objetivo 17, con una colaboración público-privada, fundamental para esto. Estamos viendo trabajos de calidad, el objetivo 4, donde el sector digital está generando cada vez más oportunidades profesionales y proyectos con propósito. Vemos, por ejemplo, como en este último año, en una situación complicada de pandemia, solo en el hub de Barcelona hemos sido capaces de generar 15.000 nuevos puestos de trabajo en el sector digital.

 

¿Cómo se alcanza esa transformación digital sin dejar a nadie atrás?

La tecnología es un instrumento, utilicémoslo poniendo las personas en el centro. ¿Qué ha sucedido históricamente? Que las tecnologías y la capacidad de adopción de la población han ido más rápido de lo que preveíamos, han tenido impactos desde el punto de vista social, impacto en cambios de modelos de negocio. Creo que es un momento excepcional para poner la persona en el centro y asegurarnos que no dejamos a nadie atrás. Nadie como por ejemplo nuestros mayores, que quizás no han nacido con tecla de ratón y hay que ayudarles a formarse en las oportunidades que pueden ofrecer estas nuevas tecnologías para comunicarse con sus seres queridos o para acceder a servicios de educación y sanidad de calidad a través de esas herramientas. Evidentemente a personas que no han tenido estudios, formación, en el que estas nuevas tecnologías pueden ser un instrumento también de oportunidades profesionales y de oportunidades de mejora de calidad de vida. Y luego también nuestros jóvenes, chavales que en algún momento están con familias con dificultad económica y que no todo el mundo ha tenido conectividad ni ha tenido dispositivos. Hemos visto durante la pandemia que ha sido un 10% de los alumnos de centros públicos de nuestro país, casi 820.000 chavales no han podido seguir sus clases, eso ha dado visibilidad a un efecto que tenemos aún en España una brecha digital que hay que combatir. Con dispositivos y conectividad, por supuesto, pero sobre todo con formación y con contenidos que ayuden a mejorar la vida de todos y nos acerquen con ese objetivo de conectividad universal, cero brechas y no dejar nadie atrás. 

 

“Combatir la brecha digital con dispositivos y conectividad, por supuesto, pero sobre todo con formación y contenidos que ayuden a mejorar la vida de todos”

 

Nos encontramos en un período en el que la crisis del covid-19 ha supuesto dificultades en muchos sectores. ¿Cómo se ha adaptado la tecnología móvil al covid-19?

La tecnología móvil nos ha ayudado a seguir activos trabajando desde cualquier sitio. Cada vez más también nos ha permitido mantener educación de calidad, y cada vez más estamos viendo también proyectos con propósito que nos ayudan en los temas sociales y sanitarios. Y gran parte del reto que tenemos como sociedad es aprovechar esas comunicaciones para que nos ayuden, no solo en esta pandemia, que lo están haciendo, sino en futuras que pueda tener la humanidad.  

 

 

¿Qué nuevos retos ha planteado la pandemia para las empresas?

Retos de todo tipo. El primero ha sido de propia productividad y de conectividad con los clientes y con los empleados. La pandemia ha puesto limitaciones de movilidad que ha obligado a todos a sacar el máximo provecho de las redes y de esas capacidades de trabajo flexible. De alguna manera ha puesto las tecnologías de la información en el centro, porque esas limitaciones de movilidad han obligado a la creatividad y a utilizar el máximo de herramientas y utilizar las redes para seguir activos y poder seguir aprovechando valor. Pero también ha despertado un servicio y una vocación de solidaridad de muchas compañías. Lo hemos visto en compañías del sector del automóvil, que fabricaban retrovisores y han pasado a fabricar respiradores para nuestras UCIs, o compañías del sector textil que fabricaban prendas de ropa de moda y han ayudado a fabricar batas y mascarillas para nuestros sanitarios y luego para la población en general. 

 

Retos que se superan con un buen liderazgo y empoderando a los trabajadores… 

Es fundamental. El activo más importante de nuestras organizaciones, el que marca diferencias en el largo plazo es el activo de las personas que tienes en tu equipo. Aportar visión aspiracional, marcar una estrategia de la alta dirección es lógico para tener todos un horizonte, pero, al final, para ser efectivos lo que tienes que hacer es confiar, delegar, intentar rodearte de los mejores. Cuando dices empoderar es básicamente darles confianza y darles medios para que puedan sacar su máximo potencial. Ahora mismo lo estamos viendo, hay muchos ganadores de la pandemia, sobre todo aquellas organizaciones que han dado confianza a sus empleados, les han dado recursos, les han dado medios para poder trabajar de forma flexible, seguir tomando decisiones y seguir operando. Y hay otras compañías, más acostumbradas a modelos más jerárquicos, con una estructura más presencial, más de gestión más cercana, que ante esta situación de movilidad lo han pasado peor. En otras palabras, las nuevas formas de trabajo pasan por un modelo de liderazgo en el que tienes que aportar visión y proyectos aspiracionales pero, a la vez, un modelo de delegación y empoderamiento para que la gente pueda dar su máximo potencial. 

 

“Las nuevas formas de trabajo pasan por modelos de liderazgo que aporten visión y, a la vez, empoderen a los trabajadores para sacar su máximo potencial” 

 

¿Darles herramientas es también ofrecer formación?

Totalmente. Se habla cada vez más de puestos de trabajo que reemplazan robots en lugar de personas. Pero básicamente los robots están supliendo puestos de trabajo secuenciales y repetitivos, pero no trabajos complejos. Están surgiendo, utilizando tecnología, muchos más puestos de trabajo de los que se destruyen por esta automatización. El problema es que estos nuevos puestos de trabajo que se crean son puestos de trabajo que requieren más capacitación, más conocimiento, más formación. Requieren un esfuerzo de formación continua. 

 

¿Es esa formación continua una asignatura pendiente?

Es una asignatura pendiente o no sé si te diría “progresa adecuadamente”, como cuando te dicen cómo vas en la clase. Creo que hay una gran consciencia de la importancia de la formación, pero creo que tenemos que asumir todos que nuestro futuro pasa por una formación continua. A veces nos marcamos hitos en nuestra vida, acabo el bachillerato, luego la carrera, luego un postgrado, o hago un curso de formación… Nos marcamos hitos temporales que creo que nos permiten ir mejorando, pero al final en la vida vamos a encontrarnos ante una situación de formación y reciclaje continuo, las cosas cambian, cambian muy rápido, cambian en nuestro entorno, tenemos que aprovechar esos cambios de manera positiva y la manera de hacerlo es formándonos continuamente. 


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