Josep Santacreu: “Ahora estamos enfocados en el Covid, pero la pandemia que más vamos a sufrir es la del impacto negativo del cambio climático”

Entrevista #ImpactAdventurer a Josep Santacreu

Es muy difícil presentar a nuestro Impact Adventurer de abril en una introducción corta. Josep Santacreu cuenta con una larga trayectoria vinculada a la gestión sanitaria, actualmente como consejero delegado de DKV Seguros. Pertenece a diferentes asociaciones profesionales y es un activista muy vinculado a causas sociales y medioambientales, desde dentro de DKV a través de DKV Integralia o como miembro de diferentes fundaciones como Plant for the Planet España, Fundación Esclerosis Múltiple o Fundación Fondo Kati, entre otras. Además, forma parte de la Fundación Ship2B desde su creación, primero como presidente y actualmente como presidente honorífico. ¿Nos acompañas para conocer su visión sobre el impacto, la evolución del sector sanitario o el futuro del Tercer Sector?

 

 

Ha sido un año complicado para el sector sanitario, pero también lleno de oportunidades. De esas oportunidades, ¿cuáles destacaría?

Ha sido un año muy difícil porque hemos tenido un trabajo enorme y no previsto con toda la pandemia. Pero sí que es verdad que hemos tenido oportunidad de acelerar algunos cambios, sobre todo en el ámbito tecnológico de la salud digital, de la transformación digital de la empresa, del trabajo más virtual. Y también creo que ha sido una oportunidad a nivel de personas, de mostrar un alto compromiso y de aumentar la implicación de los profesionales de la compañía en el proyecto común, y también de los clientes en cuanto a la valoración de la aportación que hace la compañía. 

 

Ya antes de la pandemia se hablaba mucho de (r)evolución tecnológica e innovación en el sector salud. ¿Estaba el sector preparado para afrontar esta situación?

A veces se ve el sector salud como un sector menos avanzado que otros, pero es uno de los más innovadores, de los que tiene más componente de investigación y de innovación en general. Lo que sí es verdad es que es un sector lento en adaptar cambios y lo que ha hecho este período de pandemia es acelerarlo. Pongo un ejemplo: nosotros tenemos desarrollado todo un ecosistema de salud digital, que además hemos podido abrir a la ciudadanía a través del proyecto Médicos frente al Covid, en el que durante el período de la pandemia 800 médicos han estado ofreciendo voluntariamente videoconsultas en abierto. Esto quizás es un proyecto más social pero, en paralelo, nos ha dado la oportunidad de acelerar aspectos como la receta electrónica o de hacer un sistema de liberación de autorizaciones… 

 

Destacado: “Salud es uno de los sectores más innovadores, pero la pandemia ha ayudado a implementar el uso de muchas de esas tecnologías”

 

¿Con qué otras herramientas trabaja DKV su ecosistema de salud digital? 

Nosotros, afortunadamente, empezamos en lo que se refiere a salud digital, hace unos seis años, con una serie de desarrollos que han acabado configurando un ecosistema bastante completo. Lo teníamos ya más o menos disponible, pero con un uso relativamente bajo por parte de los clientes y de los profesionales sanitarios. Durante la pandemia, obviamente, esto se ha acelerado. Hemos tenido momentos de picos, ha habido algún día incluso, en medio del primer confinamiento, que tuvimos más visitas virtuales que presenciales. Esto se ha ido moderando, pero ya tenemos un buen porcentaje diario de interacciones virtuales. 

 

Dicen que esta situación ha acelerado 5 años la aplicación y uso de esas innovaciones. ¿Por qué costaba tanto implementarlas antes? 

Siempre, los humanos, tenemos una cierta resistencia a los cambios. Si no hay un motivo externo que nos empuje a ello, pues no le vemos la necesidad muchas veces. Y esto no pasa solo en el mundo de la medicina, también pasa en otros ámbitos. 

 

Durante esta crisis ha destacado la colaboración público-privada. ¿Debería fomentarse más?

Yo siempre suelo decir que uno de los grandes retos de la humanidad, a gran y a pequeña escala, y el deseo de tener un nivel de salud alto es uno de esos retos, deberían atenderse. Solo hay una manera de poder hacer frente a conseguir un logro de estas características, que es con la colaboración de todas las partes. Es inevitable que colabore el sector social con el sector público y con el sector empresarial. Y ahí durante la pandemia lo hemos visto, todos los recursos han sido pocos, y ojalá hubiera habido todavía más colaboración entre sectores. 

 

En alguna ocasión ha comparado la crisis medioambiental con la pandemia. ¿En qué se parecen?

Lo que hemos de reflexionar todos es que nuestro nivel de salud actual y futuro depende mucho de los hábitos, los que tenemos ahora y los que queremos para el futuro: qué calidad de vida, qué esperanza de vida vamos a tener. Y los hábitos de vida saludable son muy importantes y, en buena parte, dependen de vivir en un entorno saludable. Es inimaginable pensar en la salud de los seres humanos en este planeta con un planeta enfermo, con un planeta con alta contaminación atmosférica o con otro tipo de problemas que puede generar el cambio climático. Y sí es cierto que ahora estamos todos enfocados en la pandemia del coronavirus, pero probablemente la pandemia que más vamos a sufrir y a vivir, sobre todo las próximas generaciones, es el impacto negativo que el cambio climático va a suponer para la salud de los seres humanos. 

 

Destacado: “Es inimaginable pensar en la salud de los seres humanos en este planeta con un planeta enfermo”

 

¿Cuál es el papel de las empresas en la lucha contra ese cambio climático? 

El cambio climático es un reto tan enorme que nos implica a todos, nos tiene que implicar a todos. A los individuos, estemos donde estemos, a las organizaciones sociales, por supuesto, el sector público que tiene muchísimo que decir y el sector privado. Nadie es ajeno a esta problemática y deberíamos dejar de hablar y empezar a actuar en serio. Lo primero, atacando las causas del cambio climático, que es evidente que se da por la mala práctica o por los malos hábitos globales del ser humano. 

 

¿Cómo lo está trabajando DKV? 

Nosotros en DKV empezamos en el año 2004 con un proyecto interno muy interesante. En el año 2007 ya conseguimos ser cero CO2, o sea, neutralizar nuestras emisiones, y desde entonces hemos estado trabajando en este ámbito. En noviembre del año pasado, presentamos el nuevo proyecto, que nos lleva de aquí al 2030, que le llamamos Planeta Salud. Son 10 compromisos que incluyen, por ejemplo, plantar un millón de árboles hasta el 2030, o ser capaces de neutralizar nuestra huella de carbono, no desde el año 2007, sino tirar para atrás, desde que se fundó nuestra empresa en 1932. Este es el tipo de ambición que una empresa puede manifestar y decir yo no solo cumplo la ley, sino que intento ir un poco más allá y me sumo como un activista más en este esfuerzo de controlar el cambio climático. 

 

Destacado: “La empresa debe sumarse como un activista más en este esfuerzo de controlar el cambio climático”

 

 

Usted apostó por la Fundación Ship2B desde su creación, ¿qué le motivó a formar parte de ella?

Recuerdo, además fue en este mismo despacho, que tuvimos la reunión con Maite, Clara y Xavi, presentándome su proyecto y pidiéndome si quería acompañarlos en esta aventura. Lo primero que me llamó la atención fue su pasión, su determinación en un momento que no estaba nada claro el concepto impacto social. Habíamos leído que en otros países estaba viéndose este proceso de ir hacia este camino, pero, y me permito usar una frase de Marguerite Yourcenar que dice “a veces tener razón demasiado pronto, es como equivocarse”. Y siempre corres el peligro de equivocarte, si es demasiado pronto o si no tienes la determinación para superar las dificultades. La verdad es que el equipo ha tenido la determinación, se ha superado en el camino y ahora se ha convertido en un referente en España y en Europa.

 

Ha sido su presidente durante 7 años, ¿cómo ha visto la evolución del impacto en este período?

De ser un tema del que se hablaba y leías cosas, sobre todo en el entorno anglosajón, a ser un tema ya muy presente. En buena parte gracias al impulso que ha dado Ship2B, no solo a través de acompañar a startups y entidades sociales, sino también por todo el trabajo del conocimiento, de difusión que ha hecho. 

 

Muchos dicen que esta crisis, a pesar de las dificultades, también ha sido una gran oportunidad para el impulso del impacto social y medioambiental. ¿Cree que ese impulso o conciencia conseguidos permanecerán cuando esta crisis acabe?

Esta es una muy buena pregunta porque creo que es de difícil respuesta que, en mi opinión, viene muy condicionada por la personalidad de cada uno. Yo tiendo a ser optimista y creo que en esta ocasión la sociedad hemos vivido una sacudida muy fuerte que nos ha hecho replantear muchas cosas: ¿qué es lo importante de verdad? ¿Dónde están los elementos esenciales para la vida? Yo soy optimista y espero que a partir de esta crisis algunos temas se queden aquí de una manera más clara. Y lo que sí estoy convencido que esto va a pasar en el sector empresarial. 

 

Destacado: “Es muy difícil que una empresa vaya bien en un entorno social o en una sociedad que no avance”

 

En esta época de cambios también hay muchos que se preguntan si las marcas y empresas realmente están apostando por el impacto o hay mucho de greenwashing. ¿Qué piensa al respecto?

Vamos a ver qué pasa después de la crisis, pero lo que sí está claro es que antes de la pandemia estábamos viviendo un momento eufórico en el que todos los temas que tenían que ver con lo social, con lo medioambiental, con la gobernanza, estaban en lo más alto de la agenda en los diferentes foros. Yo creo que ha habido un salto muy importante, afortunadamente, y espero que esto se mantenga después de la pandemia. Yo espero que cada vez más empresas se apunten a los modelos de impacto convencidas de que hay que generar riqueza, compartirla, y que en una sociedad rica es donde pueden progresar. Es muy difícil que una empresa vaya bien en un entorno social o en una sociedad que no avance.

 

 

¿Cuál es el reto para las empresas en el cambio hacia modelos de negocio de impacto?

Para las empresas el reto es tener una mirada holística del tema de la responsabilidad, en lo que afecta a lo social, medioambiental y de gobierno. Y eso, ¿a dónde nos lleva? Pues a tener que ser muy exigentes y muy autocríticos, revisando todos los componentes de nuestra cadena de valor, la relación con cada uno de nuestros grupos de interés con el ánimo de ver qué valor podemos crear para cada uno y mirar que el impacto, la huella que tiene la empresa en la sociedad, vaya mucho más allá de la generación de beneficios, del pago de impuestos, del cumplimiento de las leyes… En definitiva, que seamos un factor positivo de cambio y de mejora social.  

 

¿Cuál es el papel de los directivos en este cambio hacia modelos de negocio de impacto?

Yo creo que los directivos, en primer lugar, hemos de ser ejemplo. Lo que hace el equipo directivo acaba influyendo en el sentir y en la manera de hacer de la compañía. Y, segundo, los directivos lo que hemos de hacer es tomarnos este tema tan en serio como que sea uno de los objetivos o de las tareas de nuestro día a día. Ponerlo en la agenda, obligarnos a formarnos, a aprender, a evolucionar, para hacer consistente y real que es posible que una empresa lo haga bien haciendo el bien.

 

Destacado: “Los directivos debemos poner el impacto en la agenda y demostrar con hechos que es posible que una empresa lo haga bien haciendo el bien”

 

¿Cree que las empresas deberían apostar más por la innovación de impacto e introducir en sus procesos la colaboración con startups?

Creo que, para una empresa, colaborar con modelos de innovación de impacto y colaborar con startups es muy positivo para mantener el espíritu emprendedor e innovador. Además, parte de las ideas que se desarrollan se pueden desplegar a través de nuestra fuerza, que son los clientes que ya tenemos. Yo creo que hay una alianza natural entre una buena idea y un buen equipo emprendedor con una empresa que trabaja en el sector donde hay un interés o un punto de contacto común. Creo que se requiere un aprendizaje por ambas partes y se requiere una dedicación, pero cuando la colaboración funciona es muy exitosa.

 

 

Es usted un activista reconocido, miembro y colaborador de numerosas entidades sociales. ¿Cuál es la importancia del Tercer Sector en la sociedad?

Yo creo que el Tercer Sector tiene un rol fundamental. Obviamente el sector público es importante, las empresas somos los que tenemos la gran capacidad de transformar cosas por nuestra dimensión y capacidades, tecnología, recursos… pero el sector social tiene un rol imprescindible e insustituible, que es el rol de ser punta de lanza de los cambios que queremos para la sociedad. Yo personalmente intento estar implicado en diferentes iniciativas sociales, en fundaciones y asociaciones, y animo a todos los ciudadanos apoyen sus causas, las que ellos tengan, a través de entidades del Tercer Sector.  

 

Destacado: “El sector social tiene un rol imprescindible: ser punta de lanza de los cambios que queremos en la sociedad”

 

Hace muchos años que las empresas apoyan de alguna manera a las entidades sociales pero, ¿cómo debe cambiar el modelo de colaboración para que realmente tenga un impacto?

Yo creo que es muy interesante para la empresa y para el sector social una colaboración leal, franca, para desarrollar temas. Lo que sí es verdad y a mí me preocupa el que a veces hay empresas que hacen lo que los ingleses llaman el greenwashing, el lavar la cara con colaboraciones puntuales con el sector social cuando detrás la empresa no está haciendo los deberes en temas básicos como puede ser el pago de impuestos, el pago a proveedores, la igualdad de género dentro de los empleados de la compañía… Estos temas el sector social debería ser exigente para que las empresas avancen por un camino de responsabilidad en todos los sentidos. 

 

Destacado: “El Tercer Sector debe ser exigente para que las empresas avancen por un camino de responsabilidad en todos los sentidos”

 

Más allá de la filantropía, ¿cómo están ayudando a las entidades sociales?

Nosotros, tanto en el mundo del emprendimiento como también en el mundo social, tenemos varios programas en los que hemos cambiado el modelo más filantrópico, más paternalista, de apoyar iniciativas interesantes a acompañar, a hacer una selección de las mejores oportunidades a través de programas como DKV Impacta o nuestros proyectos de medicina y solidaridad. 

 

¿Cuáles son los retos de futuro que afronta el sector social?

El Tercer Sector está pasando en este momento por una encrucijada porque la crisis del Covid ha hecho que, por un lado, las fuentes de financiación se vean afectadas por la crisis, pero, por el otro, tienen más trabajo que nunca y sus necesidades son mayores. Ahora esto lo que requiere es un sobreesfuerzo y que todos los ciudadanos y las empresas no dejemos de apoyar a estas entidades, ya sea económicamente o con nuestra colaboración voluntaria. Luego, desde temas más de base, el Tercer Sector necesita aprender a trabajar en red, tanto dentro del propio sector, pero también con la administración pública y con las empresas privadas.


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