Minimizar pérdidas económicas y de vidas tras la erupción de un volcán

Minimizar Pérdidas Erupción Volcán

El volcán de la isla de La Palma entró en erupción el pasado 19 de septiembre. Desde entonces, la lava ha abierto diferentes coladas que han provocado el desalojo de miles de personas, la afectación de más de 1.000 viviendas y el destrozo de más de 30 kilómetros de carreteras. La lava, incluso, ha llegado al mar, alterando el mapa de la isla, que ha crecido en torno a 17,2 hectáreas.



La Cumbre Vieja es uno de los complejos volcánicos más activos del archipiélago canario, registrando dos de las tres últimas erupciones anteriores a esta: una del volcán San Juan (1949) y otra del Teneguía (1971). En total, la isla de La Palma ha registrado siete de las dieciséis erupciones volcánicas sufridas en Canarias


Con estos datos, ¿es posible predecir una erupción volcánica?

Para responder a esta pregunta, hablamos con Mitiga Solutions, startup especializada en la evaluación y mitigación de los impactos de los peligros naturales a través de la combinación de ciencia, tecnología y analítica de riesgos que participa en nuestro programa de aceleración S2B Tech4Climate. “A día de hoy, la definición de un lugar y una fecha concreta para una erupción tiene ciertos límites, como ya se ha podido observar en la reactivación de la actividad en La Palma”, explica Alejandra Guerrero, científica de catástrofes naturales en Mitiga y especializada en volcanes. “Aunque existen factores previos como los eventos sísmicos y la deformación del terreno, no siempre implica el inicio de una erupción, sino que simplemente puede concluirse que existe actividad en esa zona”, añade la vulcanóloga.

La monitorización es importante en este contexto. Los expertos en vulcanología de Mitiga nos explican que, aunque no puedan determinar el momento exacto de erupción, “desde el punto de vista de la investigación, el entendimiento del comportamiento de un volcán es esencial para poder pronosticar la capacidad de generar una erupción de pequeña, mediana o de gran magnitud teniendo en cuenta su pasado, que puede remontarse a miles de años”. 

Una vez establecido los escenarios probables, Mitiga Solutions, especializada en el análisis de datos y la simulación de posibles escenarios que puedan darse, necesita de una gran capacidad de cómputo para realizar esas simulaciones en un plazo razonable. “En este sistema de simulación, existen diferentes etapas y algunas de ellas requieren de tecnologías avanzadas. Por ejemplo, una simulación de la propagación de una nube de cenizas puede verse enriquecida con un sistema de calibración basado en visión por computador (técnicas de inteligencia artificial) que utilice datos satelitales para contratar los resultados. Así mismo, el proceso de detección de la erupción y la extracción automática de parámetros se puede realizar con técnicas de IA analizando imágenes de cámaras térmicas”. Como resultado, por cada simulación “obtenemos una respuesta concreta a qué sucedería si una erupción con características concretas ocurriera en un determinado volcán. Esto mismo nos permite también el estudio de los impactos esperados en las zonas de influencia volcánica”. Esta información es relevante, y en algunos casos crítica, para aquellos que son responsables de gestionar el riesgo – como por ejemplo en sectores como el de la aviación y aseguradoras, agencias de protección civil o unidades de emergencia, o incluso el sector humanitario, por nombrar algunos.  

Mitiga: reducir el tiempo de reacción frente a una erupción volcánica

Ese estudio de los impactos esperados en las zonas de influencia volcánica puede permitir reducir el tiempo de reacción y actuación frente a una erupción volcánica, dotando a las organizaciones de la información más precisa posible y así, minimizar las pérdidas humanas, sociales y económicas. Y esa es la misión de Mitiga Solutions.

Entre otros, y en colaboración con Cruz Roja Danesa, Mitiga ha diseñado el primer bono catástrofe de volcanes del mundo, para movilizar la asistencia humanitaria de los mercados mundiales de capitales, transformando la forma en que se activa y despliega la ayuda en caso de desastre

Los 10 volcanes cubiertos por el “Cat Bond” han sido seleccionados por la importante amenaza humanitaria que representan, con al menos 700.000 individuos viviendo en un radio de 100 km (correspondiente al 2% de la población mundial con riesgo directo a impactos vulcanológicos). de una posible erupción y que ahora con este producto, están asegurados y protegidos ante una posible erupción volcánica. Dentro de la colaboración, Mitiga ha desarrollado un modelo de vanguardia utilizando numerosas entradas de datos para predecir dónde se necesitarán los fondos, mejorando tanto la eficiencia como la eficacia de la ayuda humanitaria. “Nuestro modelo puede anticipar el tamaño y trayectoria de la nube de ceniza volcánica como proxy de la magnitud y pérdida esperada del evento, utilizando vientos predominantes para estimar mejor el impacto y guiar más eficazmente las ayudas humanitarias económicas del Cat Bond”, explica Alejandro Martí, CEO de Mitiga

El vínculo se basa en un mecanismo de activación desarrollado por Mitiga para poner en marcha un pago cada vez que la columna eruptiva del volcán alcanza una cierta altura y el viento predominante dirige la caída de ceniza hacia las comunidades vulnerables. En otras palabras, “Mitiga tiene como objetivo generar un cambio sistemático en el medio ambiente y la sociedad mediante la gestión del riesgo de erupciones volcánicas, incluyendo la reducción del tiempo de reacción en terreno, la liberación de todos los fondos destinados a la catástrofe y, consecuentemente, la reducción de pérdidas sociales, económicas y medioambientales”.


Foto de portada: PACO PUENTES (EL PAÍS)


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