¿Cómo afecta el deterioro del medio ambiente a la salud?

Efectos del Cambio Climático en la Salud

La contaminación ambiental causa cada año 800.000 muertes prematuras en Europa y acorta la esperanza de vida de los europeos en 2,2 años, según la Agencia Europa del Medioambiente. En todo el mundo, la cifra de muertes provocadas por la polución del aire se eleva a 8,8 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).  Entre 2000 y 2019, los eventos meteorológicos extremos le han costado a España cada año de media 696 vidas humanas y cerca de 900 millones de euros, según los datos recabados por la organización Germanwatch para elaborar su Índice de Riesgo Climático. ¿Hemos subestimado los efectos del medio ambiente en la salud?

Según estudios como el publicado en la European Heart Journal, bastante.  “Hay muchos factores que determinan nuestra salud, pero podemos hablar de cuatro principales: la biología humana, la asistencia sanitaria, las condiciones socioeconómicas y el medio ambiente. El problema es que muchas veces relacionamos la salud solamente con la asistencia médica, y se nos olvida lo determinante que son nuestro estilo de vida y el entorno en el que vivimos”, explica Marta Pahissa, responsable de la Unidad de Transformación Ambiental de DKV Seguros, partner coimpulsor de nuestro programa S2B Health&Care

 

Factores de riesgo

Según datos de OMS, hasta un 92% de la población del planeta respira aire contaminado en niveles peligrosos para su salud. Pero no es el único factor de riesgo: “la salud es y será afectada por los cambios de clima a través de lo que llamamos impactos directos, a través de cambios meteorológicos extremos, o de impactos indirectos, que a muchas veces son los que relacionamos más con la salud porque se vinculan a enfermedades de las vías respiratorias y las transmitidas por vectores de enfermedad. Pero también nos encontramos aquí con problemas provocados por la escasez o la inseguridad alimentaria y del agua, problemas de desnutrición y desplazamientos forzados. Además, también los incendios forestales son peligrosos, no solo por la pérdida de diversidad muy grave en el entorno, sino también por las consecuencias en la salud de las personas”, explica Pahissa. 

En la sexta edición del Observatorio de Salud y Medio Ambiente DKV amplían esos factores indirectos: “En nuestro mundo global todo tiene nexos con la salud y con el cambio del clima. Por ejemplo, el cambio climático nos hace más pobres y la pobreza y la desigualdad son determinantes sociales cruciales en salud. O los ecosistemas, que pueden verse alterados profundamente por el cambio climático, nos prestan una gran variedad de servicios, que también contribuyen a nuestra salud y bienestar. Los cambios en los usos de la tierra, los fenómenos urbanos o las migraciones climáticas son otros aspectos que tienen enormes implicaciones en la salud de la población en un complejo entramado”.

Efectos del Cambio Climático en la Salud

 

No obstante, la responsable de la Unidad de Transformación Ambiental de DKV Seguros remarca que “el cambio climático no está generando enfermedades nuevas, lo que hace es redistribuir e intensificar el impacto de las enfermedades que ya existen”. Y si no empezamos a actuar, causará alrededor de 250.000 defunciones adicionales al año entre 2030 y 2050. 

María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS insiste en este tema en un artículo en El País: “Según la evidencia de más de 70.000 publicaciones científicas que lo acreditan, sí: la mala calidad del aire que respiramos nos está enfermando y matando. Respirar aire contaminado tiene impactos negativos en casi todos los órganos de nuestro cuerpo, incluido nuestro cerebro. Son muchos los efectos a corto y a largo plazo que la contaminación atmosférica puede ejercer sobre la salud de las personas, aumenta el riesgo de padecer enfermedades respiratorias agudas, como la neumonía, y crónicas, como el cáncer del pulmón, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, y neumopatías crónicas, entre ellas, el asma”.

Un estudio de la misma organización, “Ambientes saludables y prevención de enfermedades: Hacia una estimación de la carga de morbilidad atribuible al medio ambiente”, aseguraba que “se calcula que el 24% de la carga de morbilidad mundial y el 23% de todos los fallecimientos pueden atribuirse a factores ambientales”:

 

https://www.youtube.com/watch?v=vdhDnYdBDhQ

 

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) va un paso más allá y advierte no solo sobre la problemática actual, sino sobre el futuro de los impactos en la salud del cambio climático:

  • Hasta mediados del siglo, el cambio climático proyectado afectará a la salud humana, principalmente por la agravación de los problemas de salud ya existentes. 
  • A lo largo del siglo XXI, se prevé que el cambio climático ocasione un incremento de mala salud en muchas regiones y, especialmente, en los países en desarrollo de bajos ingresos, en comparación con el nivel de referencia sin cambio climático. 
  • Los impactos en la salud incluyen una mayor probabilidad de lesión y muerte debido a olas de calor e incendios más intensos, mayores riesgos de enfermedades transmitidas por los alimentos y el agua, y la pérdida de capacidad de trabajo y una menor productividad laboral en las poblaciones vulnerables. 
  • Según las proyecciones, los riesgos de las enfermedades transmitidas por vectores aumentarán generalmente con el calentamiento, debido a la ampliación de la estación y zona de infección, a pesar de reducciones en algunas zonas que pasarán a ser demasiado cálidas para los vectores de enfermedades. 
  • Para 2100, se prevé que la combinación de alta temperatura y humedad en algunas zonas durante algunos períodos del año comprometerán las actividades humanas normales como producir alimentos o trabajar en el exterior. 

 

Conciencia y actuación

La justicia británica ha reconocido por primera vez el papel de la contaminación del aire en la muerte de una persona; ha asumido que la polución tuvo una contribución material decisiva en la muerte de una niña de nueve años en Lewisham, municipio situado al sudeste de Londres. China cierra de forma definitiva sus fronteras a los residuos de otros países para centrarse en desarrollar programas de reciclaje de sus propios deshechos y ha invertido ya más de 15.000 millones de euros en más de 500 proyectos y 900 misiones dentro de esos programas. Oslo se convierte en 2019 en la primera ciudad sin coches, con el objetivo de crear un entorno más limpio y más respetuoso con el Medio Ambiente, así como más fácil de transitar para el viandante general y más agradable para vivir para el residente. Son muchas las iniciativas en todo el mundo que buscan paliar la problemática del cambio climático y sus consecuencias en la salud de las personas. “El modelo actual no funciona. No es posible la salud humana en un planeta que enferma, necesitamos acelerar la transición energética, económica y ambiental por el bien común”, reclama Marta Pahissa.

“Hay que generar entornos favorables a estilos de vida saludables. Y es imprescindible frente a la tendencia a la urbanización mundial. Si 2 de cada 3 personas viviremos en ciudades en 2050, debemos rediseñarlas para que se conviertan en entornos favorables para nuestra salud y con una relación saludable con el medio ambiente que nos sostiene. Y para esto necesitamos instituciones -tanto públicas como privadas- valientes y comprometidas”, asegura. “Quien no defienda la necesidad de este cambio es porque ha decidido no ver la realidad. Las personas individuales tenemos capacidad para cambiar ciertos comportamientos cotidianos, pero no se puede cargar toda la responsabilidad solo a la gente. Hay cambios necesarios que solo pueden provenir de instituciones superiores, de aquellos que tienen la responsabilidad de velar por la salud pública y la capacidad de obligar a cambios sistémicos. Por ejemplo, la planificación urbanística, el transporte público y las opciones de movilidad individual, condicionan nuestras opciones de relacionarnos con el entorno.”, añade la responsable de la Unidad de Transformación Ambiental de DKV Seguros, entidad que además acaba de presentar su estrategia contra el cambio climático 2030

No obstante, eso no exime a cada individuo de su responsabilidad. Como apunta Peter Singer, profesor de la Universidad de Princeton (Estados Unidos): no solo todos deberíamos tomar acciones contra el cambio climático, sino que tenemos una obligación moral muy fuerte de por qué debemos hacerlo. “Creo que este es uno de los grandes desafíos morales del siglo XXI, quizás el mayor desafío moral”, aseguraba en unas declaraciones a la BBC.

☞ ¿Qué podemos hacer como individuos?

 

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